El
resto canta,
canta el resto que no
es poco.
Cuerdas afinadas,
sonido de violines...
Trasciende
los deseos,
las preguntas, las
dudas.
Lo
real, su recorte,
hacen el resto posible.
Caen
las palabras, se cuelan las letras
algunas se las lleva el propio
resto.
El
resto canta...
allí donde antes había
pena,
con vocales plásticas al
viento.
Es un
cantar sublime,
emociona
toca el cuerpo, lo
atraviesa.
Lo
lírico
procura, hace posible.
¿Mi
resto?
¡Canta,
qué no es poco!.
Inspirada en la frase
de Diana Bellessi, (“Lo que resta, canta” pag. 13) en “La pequeña voz del mundo”
Ediciones Taurus. Bs.As. 2011.