Remotas horas que vuelven del olvido
Pasado, historia, cuenta hecha.
Niñez anciana
irrumpe en la memoria
textos, pretextos, residuos,
restos flotando sin hundirse.
Cuerpo, magia
sentidos, dolores,
placeres, afectos.
Trae acordes, melodías,
sinuosas, escarpadas.
Vibra, tiembla,
se emociona,
resurge
en el intento.
"La escritura, la letra, está en lo real, y el significante, en lo simbólico"
Jacques Lacan (Seminario XVIII)
22 de febrero de 2012
18 de febrero de 2012
Mi enfermedad

de hedor putrefacto
que quema mis entrañas.
Más quiero salir,
Y más me hundo.
Aún no sé cómo te llamás
y sigo tu aliento,
para encontrar tu nombre.
Para saber quién es
mi enemigo más cruento.
Cuerpo, cansancio,
deterioro, corrosión,
son tus lugares predilectos.
Necesito ubicarte
saber tus coordenadas
para entender tu juego.
Intento ganarte la partida.
No te tolero, y tal vez,
seas mi compañera de viaje infinito.
La muerte,
certera
pondrá fin a ambas.
Espero esta vez
logre equivocarse.
Escribo

porque la palabra
nunca dice lo que quiero.
Porque los términos
no recubren los destierros,
los vacíos, los agujeros.
Poética despiadada
que no nombra
lo que porta,
sólo acontece.
Habla, se acerca,
sigilosa sin alcanzar
lo que pretende.
Nombra y al nombrar
nunca dice
ciertamente
cómo se llama lo que siente.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)